Síndromes compresivos vasculares intraabdominales

Comprenden todas las manifestaciones clínicas, signos y síntomas, causados por la compresión de una estructura vascular, tanto venosa como arterial dentro del abdomen.

Dentro de los venosos los más frecuentes son el síndrome de May-Thurner y el síndrome de Nutcracker o Cascanueces.

Como ejemplo de la compresión de una arteria podemos destacar el síndrome del ligamento arcuato.

En los últimos años, se ha dado mayor visibilidad a este conjunto de situaciones clínicas por una mejora tanto en los métodos diagnósticos como en el estudio y compresión de sus repercusiones en el paciente.

Cabe destacar en este punto que, cuando hablamos de síndromes compresivos, no nos referimos a tumores de manera específica, la principal causa de compresión es por propias estructuras del cuerpo humano y su disposición alrededor de los vasos sanguíneos.

Por este motivo los síndromes compresivos vasculares son relativamente frecuentes y resulta de vital importancia distinguir un mero hallazgo en una prueba de imagen de lo realmente patológico que comporta una estrechez con alteración del flujo de la vena y repercusión en el paciente a nivel de síntomas.

El estudio de este tipo de lesiones se inicia en la consulta con una buena historia clínica, centrándonos en los síntomas y en la exploración física. Una exploración inicial con ecodoppler nos puede orientar y valorar de forma correcta tanto la forma (anatomía) como el flujo de los vasos sanguíneos a estudio. Posteriormente nos hará falta completar el estudio con resonancia magnética y/o TAC dependiendo de cada paciente. La prueba internacionalmente más aceptada para el diagnóstico definitivo de estas compresiones es el ultrasonido intravascular (IVUS – Intra Vascular Ultra Sound), consiste en un catéter con un transductor de ecografía que nos permite analizar el estado del vaso sanguíneo desde el interior y valorar si la compresión es real, al mismo tiempo nos es de gran ayuda para decidir el tamaño del stent y su longitud así como para conseguir una colocación del mismo muy precisa y valorar, por último, su resultado final tras el tratamiento.